miércoles, 13 de agosto de 2008

El recuerdo

Por fin, llegó el autobús: joven, ondulante, limpio y casi silencioso frenando suavemente justo delante de mi, que me había apresurado a levantar con cierta elegancia la mano, para ser la primera en solicitar su parada.

Qué lejos quedaban aquellos tiempos en que el autobús de cada día se acercaba sin pedírselo, como un viejo asmático, jadeante, entre chirridos y resoplos hasta la gente arracimada en el punto de arranque hacia los lugares de trabajo y otros menesteres. Hoy como ayer, el ojo avizor de un asiento vacío donde descansar la espera, lugar de privilegio – si era solo mejor -, junto al cristal grueso de una ventana que daba al mundo de las calles, al laberinto de la ruta. Sentarse, poder mirar y ausentar los sentidos de un entorno condensado, de masa vociferante, sonidos de móviles, intimidades prodigadas al reducido espacio del transporte público, ocasionales compañeros de viaje.Poder pensar… qué difícil…

Ya se habían encendido los grandes focos en las avenidas, vencidos sobre el asfalto, desde muy arriba; oscuras permanecían las viejas farolas de antes y, sobre las casas, lucían ya los anuncios luminosos que estimulaban la pupila con sus colores rotatorios y la sorpresa de su cambiante geometría.Era curioso ver las mil lucecitas rojas de variable intensidad y en filas dispares de a dos de los coches circulantes en la misma dirección. No obstante, los árboles de la vía amplia por la que discurríamos apenas se veían… como muertos, permanecían en pie y las ramas en cruz con ese poquito de orgullo de ser y haber sido cuando brilló el día, bordeando también estrechos bulevares y aceras de tres pasos a lo ancho… Comercios cerrados algunos, casi cerrados otros, dejando constancia con la luz multicolor de sus rótulos, la presencia en la noche del nombre con que un dueño los bautizó, en ese caprichoso llamarse así porque sí.

Todavía faltaba un tiempo para llegar a término, a mi término y, de pronto, una pincelada de recuerdos inundó mis ojos ciudadanos y no supe nunca si fueron instantes o minutos ¡cuánta medida!. Pero llegaste a mí, cadencia de mil bellezas, de ese lugar junto al mar…donde,

a penas siete días me albergaste y me fui muy a pesar de los dos. Tu no querías, yo tampoco me hubiera ido así, furtiva, desertora por mil reclamos de un vivir milimetrado. Llegué, me acuerdo bien, con mi corazón ardiente, disfrazado de indiferencias y aparentes austeridades urbanas, pero el frío de mi máscara lo derretiste tu, desde el amanecer de cada día, sol de mi mar, besándome los ojos y los labios…

Y fue desde un atardecer, sola en la inmensidad de una dimensión impensada, origen de toda vida… que te escribí, porque te había visto desde el primer momento en que llegué, y me habías invitado a decirte

mujer marinera de Lloret de Mar…

Tu estarás siempre aquí,en tu pedestal de rocas,
sobre el espejo de tu mar,
y cien mil vientos te envolverán día tras día…
El bronce de tu grávida anatomía,
brillará a los rayos de un sol amante mientras,
recordando sus caricias al atardecer,
toda llena de soledades rosas, mujer marinera,
te enviaré el beso de siempre, el beso abierto
a tu espacio de noche próxima,
para decirte que te amo, que te ama el sol
como a mi me ama también,
y a la primera estrella, testigo de esta bellísima locura,
le preguntaré: ¿Cómo amarnos los tres?

…………………………

Cuando, bruscamente, un aviso en el complicado mecanismo de mis pensamientos exigió que me levantara del asiento en el autobús, mecánicamente así lo hice, descendí y pisé el asfalto.Antes de fundirse la pincelada del recuerdo, mi melancolía fue vencida por la autodefensa de la esperanza,con una sola palabra: VOLVERE.

domingo, 27 de julio de 2008

María Cristina 1 de Agosto de 1958



Medio siglo nos separa hoy del día de tu nacimiento; y casi medio siglo también las imágenes de tus inicios en este mundo han quedado impresas junto al reflejo del cariño de papá, del mío y la sonrisa compartida con tu hermano menor, reportaje gráfico de los comienzos de tu vida, síntesis de prólogo, orígen de tu historia...
Medio siglo cerca de ti, medio siglo más en mi... Por todo, doy gracias a la vida y espero que, en algún espacio cercano de tu discurrir por este camino emprendido, aprendido y vivido, florezca lo más hermoso de la semilla de una estrella. sólo tuya, que brillaba por amor y brillará siempre para el amor.

Mamá
1 de Agosto del 2008

jueves, 26 de junio de 2008

Todo

Todos los tesoros se esconden en las cosas sencillas y cotidianas… La impaciencia que nace en nosotros, nos lanza a la consecución de unos ideales que se dibujaron en nuestra mente en un momento determinado, fruto de nuestras emociones. En el laberinto del pensamiento se fragua toda inquietud, todo sufrimiento, todo placer…Dejamos escrito lo que nos sucedió, lo que sentimos, lo que deseamos, lo que sufrimos, lo que nos hizo felices, o inventamos y dejamos por escrito las imágenes que fueron hijas de nuestra imaginación, los hechos sucedidos, los que suceden en cualquier momento, en cualquier lugar y nos atrevemos a configurar o vaticinar los hechos futuros… dejamos escrita nuestra filosofía de vida, nuestros consejos y nuestros aprendizajes… dejamos escrito.Dejamos vivido todo lo vivido y dejamos de decir todo lo que fue vida interior, íntima, inviolable…Nuestros pensamientos más profundos fueron irradiados al infinito, recogidos en el cosmos y formaron las estrellas. En una noche oscura, su luz y su disposición en el universo tal vez puedan iluminar y guiar los pasos de quienes todavía están dejando por escrito todo lo descriptible, que no es todo…

viernes, 13 de junio de 2008

Lo que importa es el camino...

A estas alturas de la vida – como se suele decir -, pienso que he dejado de manifiestar muchas cosas, de expresar muchas emociones y sentimientos porque, engullida por la preocupación del día a día, habré olvidado que el tiempo es limitado y que la vida vislumbra su final…
Hace poco, por Internet, descubrí o me hicieron saber de un “blog” en el que participé escribiendo en un concurso de relatos… No fue mal: me esmeraba en la redacción y en la idea que regía la norma de ese concurso, y me distraje, la verdad… Cuando terminó, seguí con avidez leyendo comentarios y el principio de otra versión dedicada a la pintura, al Arte… al “Arte”.
Después de leer variados comentarios de “gente de elite” versada en el tema, me di cuenta de lo inútil de mi participación en el coloquio… No se tanto pero intuyo mucho. Y me he dado cuenta también de que ignoro mucho, pero siento más de lo que imaginaba… No obstante, intuir, imaginar, emocionarse, sentir, están en la periferia de nuestro ser y mi gran anhelo es llegar a lo más íntimo, a la esencia…En la esencia no está el saber, habita el conocimiento.
Y partir de ahí ¿cómo poder expresarme?. Por tanto, vuelvo a las herramientas que me hacen posible la palabra: la emoción, el sentimiento, la intuición, el aprendizaje constante y lo que llaman crecimiento personal. Pero en otra dirección, que cursa paralela al saber de tantas cosas y se detiene en la grandeza de la pequeñez de todo lo que nos rodea y a lo que tenemos acceso quienes sólo hemos podido dedicarnos al “vivir de cada día” con innumerables afanes que salvar…
Me siento privilegiada por tener un tiempo de reflexión todavía; hay quien hasta su último momento en este mundo, vive de pura lucha, de pura supervivencia. A todos ellos, a los que no saben, a los que lloran, a los que ríen de simple instinto, a los triviales y a los que intentan algo más, quisiera acompañar con mis palabras, en ese camino árido y escarpado hacia el misterio infinito… que es allí hacia donde todos vamos con nuestros bagajes repletos del inapreciado “arte de vivir”.

viernes, 30 de mayo de 2008

He tenido un sueño...

Hay un lenguaje del corazón que sólo es para Dios...

Un sueño no se contrapone a la realidad, es un deseo en su más alta dimensión, es la utopía de ese deseo, que puede hacerse realidad.

Nuestra fraternidad universal sólo crece con la savia del amor, de ese amor más fuerte que la muerte, que trasciende la esperanza y se cimienta en la luz inaccesible de donde fuimos creados por Amor y a la que anhelamos llegar, siempre acompañados de una nostalgia que no comprendemos, como si tuviésemos que volver al dulce hogar ya conocido y del que no somos conscientes. Un hogar donde refugiarnos de las embestidas del mundo, de la desesperación y del horror. Acogidos, comprendidos, amados hasta el extremo, por haber ensayado ya el amor entre nosotros.
Y mi sueño me hablaba...: Sin fronteras ni diferencias por razas, nada nos separará, porque cada uno de nosotros se sabe creado por Dios; el color de la piel y las distintas culturas son indiferentes, las lenguas llamadas propias, son sencillamente un vehículo de comunicación y la diversidad nunca creará distancias porque todo es don gratuíto y riqueza mutua.
Ni siquiera la historia nos pertenece: formamos parte de la misma en un momento determinado y en un lugar concreto; pero la vida nos ha sido dada y el discurrir en esa historia será explicado según hayamos hecho opción por caminar junto a los marginados y los más pobres de la tierra y hayamos derramado el amor en todo nuestro entorno, o hayamos hecho la opción de formar parte de los que bien viven a la sombra del poder y en la cómoda instalación de las ambivalencias de nuestro yo, con la filosofía que tiene el egoísmo por denominador común y paga el más alto precio: un corazón vacío...

En mi sueño nos decíamos: Cuando tu seas viejo, yo te ayudaré; cuando estés solo iré a tu lado; cuando me veas pobre de todo, tomaré lo que me des para compartirlo, cuando tu rías yo seré feliz contigo, cuando yo llore de dolor: bendeciré tus manos que me darán consuelo...
Entonces se podrá decir que, nuestro existir ha sido como un círculo en las aguas de una inmensidad, impelido por el estremecimiento concéntrico de tantos otros, y guardará la resonancia que, desde el centro, desde el AMOR, nos invita a vivir una Vida Nueva.

viernes, 16 de mayo de 2008

Vivir cada día.

Quisiera escribir un poco para liberar mis pensamientos, mi miedo… He leído que nada hay más eficaz que hacerlo, pero valiéndose de la confianza a otra persona… ahora, hoy, no es mi caso…
Estuve escribiendo sobre esa palabra: miedo a qué, a quién? Miedo a quedarse sin hilos de comunión con el resto de los seres humanos, de los sueños habidos, de todo lo vivido, de no tener proyectos de futuro, ilusiones que cumplir, objetivos que alcanzar,…Hoy consuelan las frases de la época: vive hoy, el ayer se fue, el mañana no se sabe… También, hace muchos años, oía decir: lo conseguiremos, iremos adelante hacia el futuro, hoy somos el fruto de lo que fuimos e hicimos ayer… Entre estas dos direcciones ha transcurrido mi vida en este mundo, tirando de mi en sentidos bastante opuestos y todos son muy aceptables, pero me desgajan, me desorientan y prefiero, opto por mi misma, por dar a luz un nuevo pensamiento que nazca de mis profundidades… Claro que siempre llevará el bagaje de: ser producto de un contexto determinado, llevar mucho de mi misma en los genes, responder a una cierta cultura aflorada en el lugar y el tiempo en que se vive, con el equipaje de las manipulaciones y los “cantos de sirenas” pertenecientes a la época… Pero entonces, quién soy yo en estado puro?... Tendré que poner sobre el tapete las disertaciones filosóficas, científicas, religiosas siempre… y jugar a un carta la solución? No… tampoco es eso… Pude haber nacido en otro lugar y morirme de hambre a los dos meses de vida, haber sido arrebatada de este mundo por un tifón, un terremoto, haber crecido en lugares y circunstancias muy limitadas, haber ignorado muchas cosas , siempre según el parecer de quienes pensamos no ignorar casi nada… y eso, tampoco es verdad.
Dada la incertidumbre y la angustia que produce el pensar, el querer crear un pensamiento propio, entonces,… tal vez debería preguntarme: ¿qué hay más allá del pensamiento?






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martes, 29 de abril de 2008

Algo más sobre la vida

Un corazón que no lucha contra sí mismo, que se permite el lujo de ser como es, es un corazón del que nace la plenitud. En nuestros tiempos nos dan mil y un consejos y sugerencias para aceptar lo positivo y desechar lo negativo de la vida, pero hay que tener en cuenta que, en el espejo de la naturaleza vemos convivir la diversidad: vida y muerte, construcción y destrucción... Por tanto, todo es posible, todo sucede en nuestra vida, el amor y la violencia, la libertad y el miedo, la paz y la guerra, la alegría y la tristeza... En el momento que aceptamos esto, ya no ejercemos violencia contra nosotros mismos... y sólo así, de ese interior puede brotar el amor, la felicidad. La plenitud nunca nos vendrá dada desde fuera, la plenitud está ya en lo profundo del ser humano, no tenemos que hacer nada... sólo dejar que aflore.
La vida es siempre nueva, es siempre una oportunidad, siempre está abierta al asombro. Nadie puede escribir nuestra propia vida, ni las tendencias, ni las tradiciones, ni lo que nos dictan cada día... Un corazón en paz, rebosa amor.